La II edición de la feria fue la oportunidad para que venezolanos, colombianos y ecuatorianos, expongan su creación y sean valorados como seres humanos.
El pasado 09 de abril del 2022, se celebró la II edición de la feria de emprendimientos «Ser y Emprender». 57 participantes en situación de movilidad humana se concentraron en el parque recreativo Nueva Loja. Venezolanos, colombianos y ecuatorianos, aparte de difundir su trabajo, compartían con los visitantes su cultura.
Enrique González, integrante de «Alas de Colibrí», destacó la importancia del evento. “Es un espacio para el encuentro, la integración, el aprendizaje y el compartir de experiencias”, comentó.
Jose Nevado, coordinador de HIAS Sucumbíos, manifestó a la feria como el resultado de un trabajo interinstitucional entre HIAS (Hebrew Immigrant Aid Society), Alas de Colibrí, FEPP (Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio ) y Funder. “Con esta labor estamos fortaleciendo las capacidades y habilidades de los expositores para ayudarlos con emprendimientos, ya sean individuales o en otros casos asociativos”, añadió.
Durante el recorrido se observó áreas de gastronomía, artesanías, viveros, servicio técnico, cuidado de niños, servicio de belleza, producción de shampoo, trabajos en bambú. El coordinador Nevado consideró que la feria ayuda a ampliar la cartera de proveedores de los emprendedores y a encontrar nuevos clientes que incrementen la comercialización. Ángel Gómez, coordinador de FEPP, ratificó ese compromiso. “Queremos que la economía de la provincia se reactive con estas ferias” remarcó.
Cada proyecto guarda una historia
Noél Gámez, propietario de un taller de bicicletas, testificó que empezó con la compra de una bicicleta de chatarra para salir a buscar trabajo. Después de arreglar la bicicleta, un amigo se la compró. Entonces, volvió a comprar otra bicicleta, la arregló y nuevamente se la compraron. Noel dijo que cuando se acordó ya tenía un compresor y llaves.
Una migrante venezolana es emprendedora de cocina con chifles a base de: camote, verde, papa. Un tanto preocupada por las bajas ventas, recuerda. “Tengo mi mamá, mis dos hijos, todo lo mío lo dejé allá. En Venezuela no ha cambiado. Regresar no sé. Si las cosas no mejoran me traeré a mis dos hijos”.
Josefina Triana ofertó yogurt casero artesanal con trozos de fruta, fresa, mora piña, durazno, guanábana. Ella mencionó que recorrer en moto vendiendo el yogurt en las calles de Lago Agrio, la venta es complicada porque el clima afecta a su niño de 14 meses.
Trabajo con la naturaleza
Yuliana Salinas, de 19 años de edad, usa plantas como manzanilla, romero, cola de caballo, verbena, ortiga, sábila, ruda para elaborar shampoo y aceites esenciales. Otro migrante colombiano de 42 años de edad, expuso que trabaja con caña guadua y pallets de pino para fabricar muebles y camas. “Con esto ayudo a mi esposa y tres hijos. También le puedo brindar empleo a una persona que me ayuda a pulir y lijar. A veces nos reunimos hasta tres personas”, Añadió que trabajar en guadua era de conocimiento de sus ancestros en la costa colombiana.
Kathy Alverca, responsable de Funder, subrayó que tras la feria harán un levantamiento de información a nivel económico para poder tomar otras alternativas y sugerencias en los próximos eventos. Un grupo de emprendedores luchadores cuyos núcleos familiares son diversos y muy atentos a insertarse en Ecuador mientras permanece latente el anhelo de su tierra, de su regreso a ella.
La variedad de productos de los stands fueron adquiridos por los visitantes, al mismo tiempo solicitaban información a los emprendedores a cerca de los productos y servicios que ofertan.