La firma de los acuerdos entre el Gobierno ecuatoriano y las organizaciones indígenas CONIAE, FEINE y FENOCIN, dio origen a que concluyan las protestas y que las actividades cotidianas empiecen a desarrollarse con normalidad, luego de 18 días de angustia de todos los ecuatorianos.
Las repercusiones y daños en todos los ámbitos son cuantiosos y difícil recuperar en el corto tiempo. La Amazonía, como el resto del país a partir del 1 de julio empezaron a reactivarse de forma paulatina.
SUCUMBÍOS
En medio de las protestas, el Gobierno nombró a Deysi Manzano, como gobernadora de Sucumbíos. Al culminar el paro se logró el paso de los vehículos hasta la provincia de Sucumbíos con cilindros de gas doméstico.
En horas de la tarde y noche del pasado 30 de junio, tras la firma de los acuerdos, delegados de nacionalidades y pueblos amazónicos de Sucumbíos festejaron con caravanas, gritos, música y bailes y despejaron las vías, pese al malestar de algunos ciudadanos por los cobros de peaje en los puntos de cierre.
ORELLANA
Al conocer que en la ciudad de Quito, dirigentes indígenas acordaron levantar la movilización, quienes mantenían bloqueadas las vías de acceso a la provincia de Orellana, se retiraron de los sitios asignados y se habilitó las vías. Dirigentes de la transportación de servicio urbano; Haouranis y Fransa, anunciaron que a partir del 1 de julio reactivaban sus operaciones en la ciudad, toda vez que ya existió combustible y se habilitaron los circuitos. La provincia volvió a la normalidad
NAPO
Antes de la noche del pasado jueves, los manifestantes que se encontraban en las vías, se alejaron y el tránsito se normalizó, al igual que las actividades en la provincia.
Una marcha numerosa integrada por representantes de organizaciones sociales que recorrió por la Av. 15 de noviembre en Tena, llegó hasta la casa del asambleísta Washington Varela, donde quemaron un monigote y le declararon persona No grata. Todo debido a que su voto fue por la no destitución del presidente Lasso
PASTAZA
En esta provincia la reactivación luego del paro se demoró hasta horas de la noche del jueves, pese a que culminaron las protestas los dirigentes indígenas en Pastaza no declinaron la medida de hecho, exigieron la salida del gobernador Stalin Ramos, a quien le adjudican ser responsable de la muerte de un ciudadano en medio de las protestas. Debido a la presión, Ramos renunció al cargo, las vías fueron habilitadas y de a poco vuelvió la normalidad a la provincia.