El martes 20 de junio fue el Desfile Cívico Militar en conmemoración por los 44 años de aniversario de Lago Agrio. Centenares de personas se dieron cita para ser testigo del desfile. En el mismo participaron: estudiantes, trabajadores del sector público, comerciantes, empresa privada, artesanos, militares, policías, entre otros, con mucho respeto homenajearon a esta ciudad y saludaron a las autoridades principales.
Cabe destacar que hay personas muy identificadas con los espacios públicos, la historia y las bondades que tiene el cantón Lago Agrio. Hablamos de aquellas personas que si se les pregunta ¿cambiarías Lago Agrio por otro lugar? Ellos responden que no, porque aquí hicieron su vida. Es un sentimiento que se desarrolla con el tiempo gracias a sus actividades diarias.
Cada que culmina unas fiestas de aniversario, de cantonización en este caso, es oportuno que los habitantes tengan ese espacio para preguntarse: ¿Cuál es el nuevo horizonte de la ciudad? ¿Hacia dónde va? ¿Cómo afrontar la cobertura de sus necesidades? Y por supuesto el ciudadano está en su derecho y deber de realizar propuestas en lo cultural, deportivo, participación ciudadana, educativo, social, salud, etc.
La ciudad crece y para no dejarse desbordar por los problemas sociales, ambientales y políticos requiere una cultura ciudadana en la cual los buenos sean más. Que el recurso más poderoso de un lagoagrense sea encontrar soluciones a las cuestiones que impiden llegar a formar sociedades más equitativas.
Para esto siempre será importante la apertura de aquellas instituciones que dirigen los recursos de la ciudad. Que antes de clausurar una iniciativa tengan en su plantilla a funcionarios públicos, que aparte de su obligación laboral, se presente con un interés auténtico por escuchar a los lagoagrenses que por diferentes circunstancias viven situaciones conflictivas por falta de determinados servicios y que les es imposible afrontar con ese peso por sí solos.
En los recorridos por el cantón Lago Agrio se localiza a gente maravillosa con ese deseo ferviente por mejorar sus barrios, parroquias y formas de organización. Para canalizar esa gran disposición y voluntad de la gente es necesario el respaldo y asesoría adecuada desde la institucionalidad pública. Que la regla en los pueblos sea vivir siempre en la búsqueda de una mejora de la calidad de vida.
En un contexto latinoamericano esto pareciera una completa utopía, pero no lo es porque hay grandes ejemplos de personas lagoagrenses que antes de que salga el sol ya están de pie. Grande es el que vive de pie y se inclina solo ante la majestuosa vida.


























