Según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental, la temperatura media mundial fue de 17C, superando ligeramente el récord anterior establecido en agosto de 2016 Friederike Otto, profesora titular del Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente, se mostró preocupada por la situación y declaró: “No es un hito que debamos celebrar; es una sentencia de muerte para las personas y los ecosistemas”.
También advirtió de que el fenómeno meteorológico de El Niño previsto para este año probablemente signifique más racords de temperatura, lo que agravará el problema. El calor de este verano boreal ya ha puesto en peligro a millones de personas en todo el mundo.
China está sufriendo una nueva ola de calor abrasador menos de dos semanas después de que las temperaturas batieran récords En Pekín. El calor extremo en la India el mes pasado se ha relacionado con muertes en algunas de sus regiones más pobres. La semana pasada, una peligrosa cúpula de calor cubrió Texas y el norte de México, mientras que el Reino Unido vivió su junio más caluroso jamás registrado.