Una vez más Eras recibió de parte de la municipalidad de Cascales este reconocimiento como en anteriores ocasiones. Con la sencillez que le caracteriza, el médico recibió su placa y agradeció a las autoridades presentes en sesión solemne por los 33 años de creación cantonal de Cascales. Eras llegó a Cascales en mayo de 1984, vino a hacer la rural en el subcentro de salud de Cascales, “porque acá al oriente nadie quería venir”. Y, “me quedé en Cascales, me enamoré de la calidez de la gente, me puse mi pequeño consultorio y así fui subiendo poco a poco” dice el profesional nacido en Loja, que estudió medicina en Guayaquil.
“Tuvimos a mi hija y me quedé definitivamente en Cascales”. El médico recuerda que en esos años que vino a Cascales, el agua escaseaba, solo llegaba por horas, la luz se permitía solo hasta las 10 de la noche. Debimos poner una planta de luz para poder trabajar en la noche, comenta. En sus prácticas de la rural y ya como profesional, el médico recorrió todos los lugares del cantón, ninguna comunidad dejó de atender en su vida profesional como médico, “fui a vacunar a los niños y vi la necesidad en salud de la gente. Llegaban a veces en la noche a mi consultorio, cómo les iba a decir váyanse, ahí los acomodábamos en la sala para que pasen la noche. Atendíamos partos y era lo más complicado, venían de Santa Rosa y obligadamente tenían que reposar, con gusto les dábamos posada”. Por ello la gente me estima mucho, qué más puedo pedir y soy feliz en este pueblito que quiero mucho.
Y aunque le han ofrecido cargos públicos, Luis Eras nunca aceptó, “mi deseo e ilusión ha sido de atender a la gente de mi pueblo”. Es para mí un orgullo recibir esta placa y me compromete a seguir trabajando por la salud de la comunidad, dijo contento y orgulloso de venir de cuna humilde, “mi padre era campesino y yo nunca olvido sus consejos”, comentó el homenajeado.