La inexistencia de acciones claras para su conservación pone en riesgo la vida del manatí amazónico.
Rubén Cueva, biólogo de Wildlife Conservation Society (WCS) Ecuador, comentó que el manatí amazónico es un animal que vive en la Amazonía ecuatoriana cuya existencia es desconocida. Añadió que, en coordinación con WCS y el Ministerio del Ambiente, se realizó el primer estudio de estimaciones de abundancia y densidad poblacional de este animal “hemos dado el primer paso en el Ecuador para continuar realizando investigaciones sobre este maravilloso animal, y así, poder desarrollar medidas de conservación para protegerlo de las amenazas a las que se enfrenta”.
Cueva manifestó que en primer lugar la ciudadanía debe conocer y concientizarse sobre este animal y sus riesgos, sus principales amenazas, el estudio y los resultados obtenidos, “el manatí amazónico pertenece al orden sirenia trichechus inunguis, es un mamífero acuático, habita exclusivamente en las aguas dulces de América del Sur, en ríos y lagunas por debajo de los 300 metros de altitud; por lo que para observarlo, es necesario adentrarse a uno de los lugares más ricos en biodiversidad del mundo, la Amazonía. Agregó que es el más pequeño de todos los manatíes (manatí del Caribe, manatí africano) y el único desprovisto de uñas en las aletas pectorales, que pueden medir hasta 3 metros de largo y pesar 500 kilogramos, se caracterizan por ser herbívoros y pasar la mayor parte de su tiempo buscando alimento, pueden llegar a comer hasta el 15 por ciento de su peso corporal, su ciclo de vida es hasta los 12 años y generalmente son solitarios”, mencionó el biólogo.
Según Cueva, la tasa de reproducción es muy baja ya que las hembras alcanzan la madurez sexual a los 4 años y los machos a los 6, “su periodo de gestación dura 13 meses y solo tienen una cría, es una especie catalogada en peligro crítico según la lista roja de Ecuador, y como una especie vulnerable en la UICN, en nuestro país, se enfrenta a numerosas amenazas: a la cacería ilegal ya que su carne, piel y grasa son vendidas para el consumo humano, la pérdida de su hábitat, contaminación del agua, mortalidad incidental por la pesca con dinamita y venenos en los ríos, y el tráfico fluvial”.
En la actualidad, la cacería de este animal es totalmente prohibida en el Ecuador, sin embargo, no existen controles eficientes; adicionalmente, un factor que ha limitado las acciones de conservación del manatí es la ausencia de información sobre su abundancia y densidad poblacional; ya que no se ha realizado ninguna investigación en años anteriores”.
Por esta razón, WCS y el Ministerio del Ambiente han realizado un muestreo con sonar de barrido lateral en el río Lagarto y en la parte baja del río Yasuní en Tambococha y Jatuncocha, para determinar su estado poblacional actual, “siendo estos los primeros estudios de estimaciones de abundancia y densidad poblacional del manatí amazónico que se realizan en el país”.
De esta investigación, se sabe que aproximadamente 150 manatíes y que su densidad poblacional, en la parte baja de la Amazonía ecuatoriana, varía entre 0,94 y 1,09 individuos por kilómetro cuadrado, “una densidad poblacional baja, al no disponer de otros estudios, no se pueden generar datos sobre cómo han variado las tendencias poblacionales del manatí amazónico a través de los años; sin embargo, este muestreo es un primer paso muy importante, el cual nos brinda un punto de partida para desarrollar nuevas investigaciones”, concluyó.