Con el inicio de un nuevo año escolar en la Sierra y la Amazonía, miles de padres de familia se embarcan en una rutina diaria de llevar a sus hijos hacia sus escuelas y colegios. En ese sentido, la seguridad es un aspecto primordial durante el trayecto, y se requiere de preparación, atención constante y una actitud proactiva para garantizar una conducción segura.
Los conductores se pueden ver expuestos a distracciones y un tráfico cada vez más pesado y desafiante, por lo que es vital que los padres y las madres encargados de trasladar a sus hijos a clases adopten prácticas seguras y conscientes al volante; desde la correcta instalación de los asientos de seguridad, hasta el manejo atento en zonas escolares. Cada detalle cuenta para asegurar que los menores lleguen a su destino sin contratiempos.
Ante ello les presentamos una guía práctica para este fin, con aspectos fundamentales en torno a la preparación del vehículo, el uso adecuado de los sistemas de seguridad, y la importancia de una conducta responsable al volante.
- Preparación del vehículo
- Antes de que comience el año escolar, se debe realizar una revisión completa del vehículo, asegurándose de que los frenos, luces, neumáticos y el sistema de dirección estén en perfecto estado. No olvide revisar los niveles de aceite y otros fluidos.
- Es importante verificar que todos los sistemas de seguridad del automóvil, como los airbags y los cinturones de seguridad, estén funcionando correctamente. Los cinturones de seguridad deben ser accesibles y funcionales para cada pasajero.
- Se debe mantener el interior del vehículo limpio y libre de objetos que puedan convertirse en proyectiles en caso de una frenada brusca. Organice los asientos de manera que cada niño tenga suficiente espacio y no haya distracciones.
2. Seguridad en el asiento del menor
- Es importante asegurarse de que estén utilizando el asiento adecuado para su edad, peso y altura, y que esté correctamente instalado y ajustado según las recomendaciones del fabricante.
- Los demás ocupantes del auto también deben priorizar su seguridad. Para ello, los cinturones deben ajustarse correctamente sobre los hombros y las caderas (tanto del niño/adolescente, como del conductor y cualquier otro adulto que viaje en el carro), sin estar demasiado sueltos ni demasiado apretados.
3. Conducta al volante
- Mantener una velocidad adecuada y respetar los límites de velocidad en zonas escolares es primordial. Las áreas cercanas a las escuelas suelen tener límites de velocidad reducidos para proteger a los peatones, especialmente a los niños.
- Al conducir es importante mantener la concentración en la carretera y evitar el uso del teléfono móvil. En caso de que se necesite hacer una llamada o enviar un mensaje, esto se debe hacer una vez que haya llegado al destino o cuando esté estacionado de forma segura.
- Se debe mantener una máxima atención a los peatones, especialmente a los niños que pueden cruzar inesperadamente. El conductor debe respetar las señales de tránsito y seguir las indicaciones de los agentes de tránsito en las zonas escolares.
4. Comunicación y rutina
- Hay que establecer una rutina constante para los horarios de salida y llegada. Esto ayuda a reducir el estrés y asegura que se llegue a tiempo a la escuela sin prisas innecesarias.
- Mantener una comunicación con los establecimientos educativos sobre las normas de la escuela en relación con el transporte y las áreas de recogida y entrega de estudiantes ayudará a evitar confusiones y a asegurar una transición fluida para los niños.
5. Preparación para Emergencias
- Es recomendable llevar un kit de emergencia en el vehículo que incluya elementos básicos como un botiquín de primeros auxilios, una linterna, agua, y una manta. Estar preparado para cualquier imprevisto puede marcar la diferencia.
- En caso de un incidente o accidente, se debe tener un plan de acción claro. Esto significa que debemos asegurarnos de que los niños sepan cómo comportarse en situaciones de emergencia y qué hacer si se presentan problemas durante el trayecto.