En el mercado de los plátanos encuentra comida típica variada

De lunes a domingo pueden encontrar desde tilapia asada, caldo de carachama, hasta chicha de maní.

Puyo: Es más conocido como «mercado de los plátanos», pero en realidad es el mercado propiedad del Centro Agrícola de Pastaza, se sitúa al sur de la ciudad de Puyo. En la parte baja del mercado existe el llamado comedor popular, donde 37 personas en su mayoría mujeres de las nacionalidades preparan y venden una variedad de platos típicos de la Amazonía.

En el puesto de comidas número 13 y 14 encontramos a Luzmila Salazar, una mujer de 65 años de edad, que se dedica a preparar comida desde hace 14 años atrás, luego de que su esposo le abandonó y ella debió asumir la responsabilidad de criar a sus 7 hijos. Luzmila, vive en la comuna San Jacinto, comunidad que está aproximadamente a 20 minutos del centro de Puyo y nos relata su actividad diaria. “Me levanto a las 3 de la mañana a preparar la comida de la venta, a las 5 ya tengo listo todo, porque a las 6 llega el bus de la cooperativa Río Tigre y nos lleva a toda la gente que sale a trabajar en la ciudad..Yo voy en mi asiento con la comida para vender en el mercado”, relató.

Luzmila, de lunes a domingo junto a una ayudante, vende en su puesto, tilapia asada, maito de gallina criolla, maito de tilapia, caldo de carachama, caldo de chontacuro, refrescos de guayusa, jamaica y chicha de maní.

El precio de los platos típicos es variado. El maito de tilapia, que lleva yuca, plátano, papa china, ensalada y una jarra de guayusa, tiene un costo de 4 dólares. El maito de pollo tiene alimentos iguales al de la tilapia, más el cebollín y 3 presas cuesta 5 dólares, el precio del caldo de carachama va desde los 3 a los 5 dólares.

Entre sábado y domingo Luzmila, vende más de 100 maitos, esporádicamente tiene pedidos para entregar sus alimentos en otras ciudades. Algunos fines de semana la suerte les favorece con la llegada de turistas de Guayaquil, Quito y otras ciudades, quienes se convierten en fieles clientes.

Con la venta de comida educó a sus siete hijos

“Hasta ahora me ha ido bien, con este trabajo he podido hacer estudiar a mis 7 hijos, mi marido se fue y nunca volvió (…) ahora apoyo a mi hija para que saque el masterado”, comentó Luzmila.

El sitio de comidas, lamentablemente se encuentra en un sitio no tan visible, los locales requieren cambio de imagen y la dotación de servicios básicos, (agua potable, lavandería, energía eléctrica), por estos puestos en calidad de arriendo los ocupantes cancelan 30 dólares mensuales.

Luzmila, al igual que las 37 vendedoras de comida, piden a las autoridades que les apoyen con la remodelación de los puestos y la promoción del lugar. “Las autoridades llegan y ofrecen todo en campaña para pedir el voto, luego de ganar se olvidan de nosotras. (…) quisiera que en este lugar haya presentación de artistas y otros eventos para que la gente que viene a ver, pueda consumir nuestra comida”, indican.

Las vendedoras aspiran que con el pasar del tiempo y la llegada de turistas puedan mejorar sus ingresos, porque para muchas, este negocio es lo único que tienen y durante años les ha servido para solventar sus necesidades de vida.