9 de diciembre de 2025.— Un sismo de magnitud 7,5 (7,6 según otras mediciones) estremeció la noche del lunes la costa noreste de Japón, con epicentro mar adentro frente a la prefectura de Aomori, lo que obligó a emitir una alerta de tsunami, ordenar evacuaciones preventivas y activar de inmediato los protocolos nacionales de emergencia.
El movimiento telúrico se registró a las 23:15 hora local, a una profundidad estimada entre 44 y 54 kilómetros. La intensidad alcanzó un “6 alto” en la escala sísmica japonesa, provocando fuertes sacudidas en viviendas, caída de objetos y cortes de energía en varias localidades de Aomori, Iwate y Hokkaido.
Tras el sismo, las autoridades emitieron alertas de tsunami de hasta tres metros, lo que derivó en la evacuación de cerca de 90.000 personas en zonas costeras. Posteriormente se registraron olas entre 20 y 70 centímetros en algunos puertos, por lo que la alerta principal fue rebajada a aviso preventivo.
Los reportes oficiales confirman entre 30 y 34 personas heridas, en su mayoría por golpes causados por la caída de objetos. También se verificaron daños estructurales menores, la suspensión temporal del servicio ferroviario —incluidas líneas de alta velocidad— y afectaciones al suministro eléctrico. No se reportaron víctimas mortales ni daños en instalaciones nucleares.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitió además una advertencia excepcional por la baja, pero existente, probabilidad de un “megaterremoto” (magnitud 8 o superior) en los próximos días, particularmente en la región de Sanriku. Las autoridades recomendaron a la población mantener la alerta, revisar rutas de evacuación y preparar suministros de emergencia ante posibles réplicas.
El Gobierno japonés habilitó centros de coordinación, desplegó equipos de rescate y abrió refugios temporales para los evacuados, mientras continúan las evaluaciones de daños. Japón, uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo, mantiene vigilancia permanente ante la posibilidad de nuevas sacudida


























