Hong Kong vivió una de sus peores tragedias recientes luego de que un devastador incendio envolviera los andamios de bambú que rodeaban varios edificios del complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po. El siniestro, registrado el 26 de noviembre de 2025, dejó al menos 13 personas muertas y decenas de heridos, según confirmaron las autoridades.
El fuego, que se propagó con rapidez a través de los andamios y redes de construcción instalados durante labores de renovación, convirtió la fachada de los edificios en una enorme antorcha visible desde varios kilómetros. La intensidad de las llamas llevó al Departamento de Bomberos a declarar un incendio de nivel 5, la categoría más alta de emergencia en Hong Kong.
Entre las víctimas se encuentra un bombero que participaba en las tareas de rescate y que perdió la vida cuando una sección de los andamios colapsó. Nueve personas murieron en el lugar del siniestro, mientras que otras cuatro fallecieron posteriormente en los hospitales donde permanecían en estado crítico. Más de 700 residentes fueron evacuados a refugios temporales habilitados por las autoridades, muchos de ellos personas mayores que habitaban las 8 torres de 31 pisos que conforman el complejo, donde residen cerca de 4.800 habitantes.
Las labores de socorro se vieron obstaculizadas por la caída constante de escombros, el humo denso y las altísimas temperaturas. Decenas de camiones de bomberos, ambulancias y personal de emergencia acudieron al lugar para contener el fuego, rescatar a personas atrapadas y asistir a los afectados.
La tragedia reabrió el debate sobre el uso de andamios de bambú, una práctica tradicional y muy común en Hong Kong, incluso en edificios de gran altura. Expertos han señalado durante años los riesgos asociados a este método, especialmente su fácil combustión y la rapidez con la que puede propagar incendios verticalmente.
Hasta ahora, la causa del incendio sigue bajo investigación. Las autoridades han asegurado que se analizará si hubo fallas en los protocolos de seguridad durante las obras de renovación o en la estructura del andamiaje instalado alrededor de los edificios.
El gobierno local expresó su “profunda tristeza” por la pérdida de vidas y anunció asistencia económica y psicológica para los sobrevivientes y familiares de las víctimas. Mientras tanto, el país observa con dolor el peor incendio en décadas y exige respuestas sobre cómo un material tan tradicional, pero peligroso, pudo contribuir a una tragedia de tal magnitud.


























