Con casi 10.000 hectáreas arrasadas, la provincia de Loja enfrenta una emergencia sin precedentes. Las altas temperaturas y la sequía agravan la situación, mientras las autoridades prohíben cualquier tipo de quema para prevenir más tragedias.
La provincia de Loja se encuentra en una situación alarmante debido a una serie de incendios forestales que ha devastado 9.895,73 Ha de cobertura vegetal en las últimas dos semanas. Desde el 23 de agosto, cuando se registraron los primeros incendios, la región ha estado bajo constante amenaza, con 23 focos de incendio que han afectado gravemente a la flora, fauna y a la población local.
El cantón Quilangaes el más afectado, con 6,295 hectáreas quemadas, seguido por el cantón Loja, que ha perdido 2,373.1 hectáreas. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos ha declarado a Loja como una de las provincias más vulnerables del país, activando los Comités de Operaciones de Emergencia (COE) a nivel provincial y cantonal para coordinar las labores de respuesta.
La tragedia en números
Los incendios han tenido un costo humano y material devastador. Se reportan tres personas heridas, 25 familias afectadas y 79 familias damnificadas, que han perdido sus hogares y pertenencias. Además, 17 viviendas han sido dañadas, de las cuales tres han sido destruidas completamente. Las pérdidas en el sector agropecuario también son considerables, con 6,010 animales muertos y 488 animales afectados. El impacto en la infraestructura es igualmente preocupante, con el 60% del servicio de agua potable afectado en algunas áreas.
Operativos de emergencia
La situación se ha visto agravada por las condiciones climáticas adversas. El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) ha emitido un boletín advirtiendo sobre temperaturas diurnas superiores a los 27°C y niveles altos de radiación ultravioleta, factores que incrementan el riesgo de nuevos incendios. Estas condiciones han obligado a las autoridades a desplegar recursos extraordinarios para combatir las llamas.
Prohibición total de quemas
En respuesta a la crisis, las autoridades han implementado una prohibición absoluta de cualquier tipo de quema en varios cantones de la provincia de Loja. Esta medida es crucial para prevenir que nuevos incendios se desencadenen y se sumen a la ya grave situación que enfrenta la región.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo y las autoridades locales continúan en sesión permanente para evaluar la evolución de los incendios y coordinar las acciones necesarias. Sin embargo, el desafío sigue siendo enorme, y la cooperación de la ciudadanía es esencial para evitar que la situación empeore.