Los Siekopai de Sucumbíos, creen que una persona fallecida debe levantarse y reencarnarse. Los Kichuas de Pastaza veneran a los muertos, depositan comida, chicha y flores en las tumbas.
Durante los últimos días de octubre y los primeros de noviembre se celebra en países de Europa y Latinoamérica algún feriado que se relaciona a los difuntos; en Ecuador las comunidades indígenas distribuidas a lo largo de la Amazonía, también celebran algunas tradiciones manteniendo sus costumbres ancestrales y otras acopladas totalmente a la cultura occidental.
Los ritos que se conservan en la Amazonía, data de viejas tradiciones prehispánicas en las que la muerte, o bien no existe como concepto, es entendida como transformación, o sirve de puente con el más allá.
Nacionalidad Siekopai de Sucumbíos
Los habitantes de esta nacionalidad que se asientan en la provincia de Sucumbíos, actualmente en tiempo del día de los difuntos, casi de manera individual realizan visitas al cementerio, colocan flores conforme lo hacen la comunidad mestiza, dejando claro que estas expresiones son propias de las generaciones recientes.
Justino Piaguaje, dirigente de la comunidad de Siekopai-Sucumbíos, manifiesta que desde el enfoque cultural, la comunidad no celebra el día de los difuntos, porque desde la cosmovisión de su pueblo, en el pasado lo que se hacía eran ritos después del fallecimiento de algún familiar.
Todos mantenían la visión de que esa persona fallecida, tenía que levantarse, reencarnarse, para estar en otras dimensiones del mundo, para lo cual no se sepultaban a los fallecidos en cajas o féretros, cuando alguien fallecía, en la tumba el cuerpo se debía colocar en contra del sol, la cabeza al norte y los pies al sur y más siempre en función de la dirección del río.
Para estos actos y por tradición ancestral, también se pintaban los rostros con pinturas de una planta llamada >sainumi> que la recolectaban en la selva, así identificaban a los grupos interétnicos del mundo superior.
Nacionalidad Kichua de Pastaza
Una de las principales líderes de la Nacionalidad Kichua de Sarayaku, es Patricia Gualinga, con amplio conocimiento sobre el significado del día de los difuntos en su comunidad, expresa lo que piensan y hacen; para ellos la muerte es una expresión de descanso, los vivos deben demostrar respeto y veneración a quienes se adelantaron con la muerte.
Para completar la tradición, los padres de familia de Sarayaku, con algunos días de anticipación se introducen en la selva, van de cacería, retornan con productos y animales para que las esposas preparen los alimentos para llevar al cementerio el 2 de noviembre.
El día de los difuntos, los abuelos, niños y toda la familia se visten con los mejores trajes que disponen y se dirigen al cementerio llevando la comida preparada y la que más le gustaba al fallecido, la chicha de maní y varios ramos de flores elaborados con lo que encontraron en la selva; en el cementerio todos a manera de minga limpian la tumba y depositan sobre ella, todo lo que llevaron.
La particularidad de los Kichuas, es que no comparten los alimentos con el ser querido que murió, depositan todo lo que llevaron sobre la tumba. “Ellos consideran que el fallecido en cualquier momento llegará para alimentarse y disfrutar lo que sus familiares le ofrecieron”.


























