Daniel Espín, debió transitar durante una semana por Ucrania, Eslovaquia y Hungría,
antes de ser rescatado y traído al Ecuador.
Hace aproximadamente cuatro meses, luego de acceder a una beca de estudios, Daniel Espín,
oriundo de la ciudad de Puyo-Pastaza, viajo hasta la ciudad de Kiev, capital de Ucrania,
para estudiar la carrera de Ingeniería en software, en el centro educativo superior (MAUP)
Universidad Internacional para Extranjeros.
Las aspiraciones cambiaron repentinamente para Daniel, a partir del fatídico día 23 de
febrero del 2022, cuando fue advertido por las autoridades educativas y de la ciudad,
que debían tomar precauciones y abastecerse de alimentos no perecibles, porque la guerra
con Rusia y Ucrania ya había iniciado.
Relata Daniel, que la madrugada de ese día con todos sus compañeros estudiantes tan solo
escucharon estruendos de bombas, al salir de la residencia estudiantil vieron la
presencia masiva de gente en los supermercados, otros desesperados y aglomerados
porque intentaban ingresar a las paradas de los trenes que se convirtieron en refugios
subterráneos para protegerse de las bombas.
Para subir a los trenes debieron votar a la calle maletas y mascotas
“Al interior, en los subterráneos, vi mucha gente asustada, con niños, mascotas, con
maletas haciendo largas filas para poder ingresar a un tren y movilizar hasta cualquier
lugar. Cuando sonaba una sirena, no sabíamos que hacer, los militares tuvieron que
disparar para calmar a la gente que se volvió violente, muchos botaron las maletas y
a las mascotas porque no podía llevarlos en el tren”, indicó.
Continúa Daniel. “Luego de ver durante el día y la noche salir a 4 trenes que no
alcancé a subir, logré ingresar al quinto tren y llegar hasta la ciudad Bolsalma
en Ucrania, pasé algunos días y pude llegar a Lisley, posteriormente viajando en tren
por más de 10 horas ya había llegado a Eslovaquia, donde tuve la asistencia de un
amigo que me protegió por algunos días”, comentó.
Daniel se movilizó durante una semana antes de ser rescatado
En ese sitio se había preparado para un nuevo viaje, esta vez hasta Eslovaquia y
posteriormente hasta Hungría. Este víacrucis, indica Daniel, le tomó aproximadamente
una semana, recorrió desde la capital de Ucrania a Eslovaquia y Hungría, donde
fue asistido por las autoridades de Cancillería del Ecuador y desde ahí traído al Ecuador.
Recuerda Daniel, que antes de salir, vio a las ciudades de Ucrania, con calles
llenas de soldados y tanques de guerra, edificios destruidos, en las noches sin
energía eléctrica y en los subterráneos mucha gente desesperada. “Prácticamente,
las ciudades ya estaban tomadas por militares de Rusia”, comentó.
“Mientras estábamos en Ucrania, las autoridades del Ecuador no podían realizar nada,
los de Rusia no respetaban ni a la Cruz Roja, pero cuando ya llegamos a Hungría nos
dieron, alojamiento, alimentación y motivaciones. (…) Ahora voy a reorganizarme,
para ver si continúo mis estudios en el Ecuador, la reconstrucción de Ucrania
tomará mucho tiempo y será difícil volver”, refirió.
Padre de Daniel agradeció al Estado por el retorno de su hijo
De su parte, Jorge Espín, padre de Daniel, quien conjuntamente con el resto de
sus familiares le recibió a su hijo en Quito el pasado 14 de marzo, dijo haber
superado la pesadilla por haberse reencontrado con Daniel.
“Siempre estuve en contacto todo el tiempo. Es una emoción saber que mi hijo haya
salido de un sitio de guerra (…) Estoy muy agradecido con las autoridades ecuatorianas,
por el retorno de mi hijo desde Ucrania no me ha costado un solo centavo, ni por los vuelos,
ni por la alimentación (…) estoy agradecido”, indicó.