Sin duda Lago Agrio es una ciudad en desarrollo, pero hay que recordar su origen y en este caso Periódico Independiente tuvo la oportunidad de dialogar con Pablo Campaña quien reveló el origen de su investigación “me interesó estudiar la ciudad de Lago Agrio porque como abogado tuve la oportunidad de conocer la Amazonía, trabajaba sobre los derechos de los pueblos indígenas, ¿Cómo habrá sido el proceso de la gente que recién llego cuando no había ninguna facilidad de transporte, comida? ¿Cómo los campesinos que llegaban se adaptaban a la selva?”.
Esta investigación inició en marzo 2019. “He tenido una enorme dificultad para acceder archivos de Lago Agrio, en gobernación se han quemado no hay archivos históricos, busque información sobre el aeropuerto de Lago Agrio en la Dirección de Aviación Civil en Quito, dificultad de acceso a la información en el Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización (IERAC) que daba los títulos de propiedad en Lago Agrio” agregó Pablo. También mencionó que en el Archivo del Municipio Lago Agrio hay limitados archivos sobre los años ochenta, aunque reconoce se está mejorando.
Fuentes importantes para esta indagación han sido también como guía inicial el texto de Jorge Añazco sobre Sucumbíos “la Quinta Provincia”, documentos en el Archivo Nacional, la historia oral de los colonizadores y los archivos del Consejo de la Judicatura de Napo y Sucumbíos. El investigador ratifica que la economía de la ciudad se mueve desde sus inicios por el motor petrolero en conjunto a la agricultura y comercio. “Ante la ausencia de servicios básicos se crean sistemas de cooperativas pensando que debe haber organizaciones colectivas para alcanzar esos servicios”.
Pablo Campaña es abogado de profesión desde el 2011, con un doctorado en historia en la Universidad Andina Simón Bolívar, docente en la Universidad Católica de Quito. Su tema de investigación es la historia de la ciudad de Lago Agrio. Espera terminar la investigación en 2024 y publicar un libro que se convierta en fuente bibliográfica.
“Los ciudadanos deben tejer juntos la memoria histórica de Lago Agrio. Si una sociedad construye una memoria histórica tiene una enorme capacidad para discutir colectivamente los pasos para el futuro. La pregunta para las ciudades amazónicas es ¿cómo va a ser su relación con el bosque en el siglo XXI?“
DEMOCRATIZACIÓN DE LA PROPIEDAD
“El IERAC por un lado entregando fincas, espacios amplios a personas sin recursos. En los años 80 hay un proceso de escrituración de los barrios mucha gente pobre accede a la tierra. Eso no es cualquier cosa porque le da un punto de partida para no estar en la marginalidad y participar en ciudad” expone Pablo y reflexiona que en la actualidad los procesos de expansión petrolera arrinconan a los pueblos indígenas, sus espacios de habitabilidad se reducen volviéndose un problema grave.
LA RELACIÓN DE LOS LAGOAGRENSES CON LA NATURALEZA
“Los primeros años, década del 70 y 80 son de adaptación y transformación del pantano en un lugar que sea más seco, una especie de conquista. También había intimidad con la selva: estar cerca, conocer cómo funciona, estar acompañado. No toda ciudad tiene el privilegio de descansar en ríos; ir al Teteyé, al Aguarico, al Orienco cuando era limpio. Había esa cohabitación entre animales y personas muy normal tener cerdos, gallinas. Las fincas se constituyeron unas zonas fronterizas entre la ciudad y la selva. Mucha gente no talaba todo, seguía siendo monte, había serpientes, mamíferos grandes, aves, tortugas.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Pablo menciona que el crecimiento de Lago Agrio convirtió a este cantón en el epicentro de la organización social en Sucumbíos donde hay una decena de organizaciones sociales, comités, defensa de la mujer, federaciones. “Es una ciudad internacional donde los trabajadores petroleros vienen de distintos lugares del mundo, de Colombia, de otras provincias del Ecuador. Mucha gente llega a la frontera con la necesidad de dejar atrás la vida que tenía en otros lados”. Un problema de la ciudad sería que no se valora la experiencia (con sus errores y aciertos) de las personas adultos mayores que su diversidad de datos enriquecerían a la ciudad. “Un rasgo histórico del lagoagrense en sus inicios es que no le gustaba tener jefes lo cual dio origen a muchos negocios y trabajos independientes, quería tener tierras propias no jefes en fincas y petroleras” expuso Pablo.
RETOS DE LAGO AGRIO
“Algunas claves serían integrar al suelo, los pájaros, los árboles, los cuerpos de agua. Es un momento clave para no cometer errores respecto a la movilidad: fortalecer el espacio para los buses, los peatones y bicicletas sino van a caer en los problemas de ruido y tráfico de ciudades amazónicas como Iquitus en Perú. En el lagoagrense se identifica una persona que camina, no tiene miedo de sudar, de sentir el calor, no tiene la cultura del auto y eso vale destacarlo” añadió Pablo.